En la actualidad, la mayor parte del debate sobre los
problemas económicos del gobierno gira en torno a la inflación, el déficit
fiscal y el tipo de cambio. Pero se habla poco sobre el principal problema que
tiene este modelo, el empleo.
Al analizar el desempeño del empleo registrado total, se
observa que los casi 160.000 puestos de trabajo generados durante el gobierno
de Cambiemos se deben al aumento de los monotributistas, y en menor medida, al
sector público y el empleo doméstico; mientras que el empleo privado, que es el
componente más relevante, lleva destruidos más de -33.000 puestos de trabajo.
Esos -33.000 asalariados privados, surgen de una destrucción
neta de -73.251 puestos en rubros con salarios superiores a la media, frente a
una creación de 40.277 puestos en ramas donde los salarios se ubican por debajo
de la media. Es decir, no solo se observa una caída absoluta del empleo privado
registrado sino además un cambio significativo en su composición, donde priman
la generación de puestos con menores salarios.
En gran medida eso se debe al comportamiento del empleo
industrial, el sector de mayor peso en el empleo registrado total (representa el
20%), uno de los más dinámicos y además por lo general uno de los que genera puestos
de trabajo con mejores remuneraciones y condiciones laborales.
¿A qué se debe esta caída tan impresionante? Evidentemente el flojo desempeño de la economía ayuda a explicar el proceso pero no lo abarca en su totalidad, ya que, a pesar del repunte de la actividad en los últimos meses, la tendencia a la caída del empleo industrial se mantuvo inalterada.
La otra causa puede estar asociada al comportamiento de las
importaciones, particularmente la de bienes de consumo, que en buena parte
compiten o reemplazan a la producción local. Mientras que en 2014 y en 2016 el nivel de actividad se contrajo de
manera similar, las importaciones crecieron cerca de 4% en 2016, y las de
bienes de consumo lo hicieron en un 17%. El mismo fenómeno se repite para los
primeros 6 meses de 2017, donde la actividad mejora respecto del año anterior,
y tanto las importaciones totales como las de bienes de consumo aumentan
considerablemente.
Llama la atención el comportamiento de las importaciones durante todo el gobierno de Cambiemos, y en particular las de bienes de consumo. Esto se debe a la poca vinculación con el nivel de actividad, ya que históricamente sucedió lo contrario. Por lo general, la evolución de las importaciones está estrechamente relacionada con la situación de la economía: en momentos de expansión, las importaciones aumentan (y viceversa).
Si bien con este tipo de análisis no alcanza para concluir
fehacientemente que exista un quiebre estructural en la evolución del empleo
industrial, debería servir para desestimar que esto se deba solo a los efectos
recesivos de la devaluación implementada al inicio de su gestión. También
debería servir para mostrar algo que no es novedoso pero que vale la pena
repetir, y que es que la política macroeconómica tiene impactos considerables a
nivel microeconómico, que a su vez se retroalimentan.
Versión resumida de este trabajo recientemente publicado acá.
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